Presentación de Raíz y Rama-Noches estivales 2020

Finca El Tomillar (Membrilla). Sábado 29 de agosto 

Apertura del acto. 

TEMA MUSICAL. Ambrosio Sánchez-Ballesteros (“Las hojas muertas”) 

Presentación. Isabel Villalta 

Hoy, 29 de agosto de este aciago 2020, que nos ha puesto pena en el corazón y lágrimas en los ojos, nos tiene aquí reunidas a muchas personas para presentar batalla a los restos de su daño, que todavía se envalentonan. 

Con el temblor curativo de la poesía, con el pensamiento elevado que engrandece, con la belleza de la pintura que habla a las miradas sensibles, con la armonía de la música que nos eleva sobre todas las artes, sobre todos los suelos. 

Una Velada con la reivindicación de los valores humanos y sociales que, desde que empezara este mal a meternos miedo y a lastimarnos apenas entrada la primavera, se alzaron en la mayoría de las personas para la dignidad de todos, y a unirnos, también, esto por parte de unos más que de otros. 

De ahí que, y ante ese grave problema de origen, esta edición 2020 de Raíz y Rama-Noches estivales haya apostado por defender desde la escritura creativa una “ley de unidad universal”, mediante la que evitemos, ya, en el siglo XXI y cuando la ciencia y la investigación están avanzadas para ello, enfermedades como la que está perjudicando el buen desarrollo del mundo en la actualidad y dejando tanta tristeza por obituarios en las familias. 

Ambrosio Sánchez-Ballesteros. Nuestro músico desde el principio. El recital es suyo como nuestro. Un excelente organista y cantante que ambienta cada velada desde 2013. Un caballero. Gracias, Ambrosio.

La poesía y la música, su acción penetrante en lo sutil de la vida, su armonía y belleza balsámicas y sus reflexiones; la mirada noble y atenta a los problemas presentes y, también, a los valores culturales, educativos, afectivos, solidarios… que nos han dado ánimos durante el confinamiento y padecimiento de la pandemia, están presentes, junto a una estupenda muestra de ilustraciones de una consolidada artista en esta edición de Raíz y Rama y en este Recital, realzando nuestra humanidad como individuos y ciudadanos. Se suma a todo ello, al final de las páginas, una amplia investigación sobre las diferentes epidemias ocurridas a lo largo de la historia, que hicieron estragos en la población; un estudio enlazado con las obras literarias que grandes escritores alumbraron ambientadas en esas pandemias. 

Divididos en profesiones y vocaciones, a las personas nos une un horizonte, el de los triunfos y la responsabilidad; su plasticidad tiene esa paleta bicolor de base, que luego adquiere matices ilimitados. Es así, con esas tonalidades esenciales en nuestro temple, como la vida rueda con éxito. Pero si además se le añade la extensión de las emociones, el confín de las estrellas y de las noches de luna, llenas de vibraciones felices, de sensaciones que nos hacen sentir lo más auténtico de estar vivos, de ondas para sublimar el bien de la vida, su belleza a veces dura y agreste y otras blanda y domada como una escultura clásica, como una melodía arrebatada, seremos totalmente afortunados, le habremos dado a la vida su completo sentido (junto al sano afán del trabajo, la creación de atmósfera, el perfume, la mirada, la cadencia de la voz, la amistad y la entrega al bienestar personal y el bien colectivo, el compromiso sincero con el rigor o la belleza espontánea y libre de la creación artística, la literaria, musical o pictórica…). Su completo sentido. 

La revista Raíz y Rama que fundé y dirijo, cuyo nombre me identifica como investigadora etimológica y creadora de poesía, en su colección “Noches estivales” o literaria, que se alterna semestralmente con la denominada “Vereda de los hombres” o científica, este año aparece a cargo de la editorial Sial Pigmalión, que dirige Basilio Rodríguez Cañada. A él le ha sido imposible asistir al acto, lo que me ha manifestado con sentir y cordialidad. Pero aquí está a mi lado otro hombre. Resti Contreras. Un defensor de todos los valores individuales y sociales que vengo citando. Un buen amigo de nuestra familia. Está a mi lado porque, si yo os he dado una bienvenida general, pero llena de calor, a todos, él va a dar, seguidamente a mi intervención, otra bienvenida muy particular. 

Retomando este nuevo volumen que nos ha nacido de Raíz y Rama, como un hijo del amor creativo, diré brevemente, y que os importe para tenerlo en vuestras manos porque merece la pena, que rebosa hermosura. Variedad de composiciones y géneros llenos de buena pluma, certificada; poemas, relatos, artículos creativos, crítica literaria y el estudio exhaustivo que he referido sobre otras pandemias a lo largo de la historia, las biológicas, como la peste o el cólera, pero también la moral que causó mucho más daño que todas, como fue la de la Segunda Guerra Mundial. Contiene también fotos relacionadas, una reseña de los autores y las ilustraciones igualmente referidas. Todo, ac hoc, tanto lo que se ha creado por mis queridos compañeros escritores y por mí misma para la edición, como lo que otros han seleccionado de sus creaciones ya hechas para ajustarse lo más posible al tema. El de la unidad. Desde la portada a la contraportada, desde las solapas al corazón del volumen, creo que esta nueva criatura de la cultura os va a cautivar. 

Y ya, cedo la palabra a mi compañero. Resti Contreras

Y ya, cedo la palabra a mi compañero. Resti Contreras.

PUENTE MUSICAL

Y un pórtico conmovido al templo de creaciones y creadores de esta publicación y el recital de la Velada. Hay dos en el interior de estas páginas, en su comienzo, pero vamos a iluminar aquí uno de ellos. Un merecido homenaje a nuestro amigo Cosme Jiménez Villahermosa. Él está aquí, acompañándonos. Tiene mucho mérito. Ha habido mucho sufrimiento durante la primavera pasada. Cosme fue cogido con rabia por el mal bicho invisible, pero ha sido más duro que él. Permaneció en la UCI del hospital Quirón Salud de Ciudad Real durante más de dos meses, y tres en total hospitalizado, uno de ellos en coma inducido. Al fin abandonó el centro de las tristezas o los prodigios a finales de junio. Aquí está, inmunizado, en presencia en esta Velada como otros años, de regreso a la vida. Cosme Jiménez Villahermosa es un gran amigo, reflexivo, tranquilo, leal a sus principios; artista, también, que escribe y pinta. Un excelente maestro jubilado y una persona buena y coherente. Pero, antes de que suba a hablarnos de su tremenda experiencia, daré lectura al soneto que escribí para él el día siguiente de su salida del hospital entre aplausos, y que está en la revista. Es una composición que él ya conoce. 

PUENTE MUSICAL 

Quiénes cantan aquí, en esta especie de apartada villa florentina de un Decamerón del siglo XXI, no en la Toscana italiana sino en el norte del histórico Campo de Montiel español, donde tantas batallas se libraron entre nobles y reyes o donde vivió y murió el grandísimo Quevedo. Aquí en una villa rural, agrícola, El Tomillar, situada a unos metros del río Azuer, una de las venas fluviales que van a nutrir la arteria del Guadiana. Río, el Azuer, que estudié desde su afloramiento, allá por Villahermosa, a su desembocadura, allá por Daimiel, en el estudio etimológico y orográfico El río Azuer desde el origen de su nombre. Aquí también junto a un bosque; ambos, espacios naturales en medio de la Mancha como fuentes de vida y de riqueza climática que, si llueve y rebosan, desprenden vitalidad y oníricas vibraciones. 

Los creadores (músicos, pintores, escritores…) tenemos aquellas obligaciones del bien hacer o la excelencia y trabajar de forma responsable y eficaz en la profesión y en las relaciones con los compañeros, sin rivalidades dañinas, para que los resultados fluyan envolventes y ennoblecedores; con emoción y veracidad, lo primero, para hacer de la vida y el mundo el lugar del compromiso y el arrullo. Los dedos, en fin, que hurgan en el temblor de los manantiales vírgenes y hacen que esas virtudes afloren, tantas cosas que importan, y hacerlas después torrente, agua buena, refrescante e iluminadora de nuestro propio ser y de las personas que nos rodean o las que vayan a tener nuestra obra en sus manos, en sus oídos o en su mirada. 

Los deseos de unidad, frente a la desunión, más ponzoñosa a veces que el propino virus biológico, nos han traído a estas páginas y a este lugar. Vamos, ya, a armar delicadeza y a rozar la piel, a estremecernos, guardando las distancias preventivas actuales de la salud, con vuestras intervenciones. 

PUENTE MUSICAL (Nómina y semblanzas) 

-Ana Isabel Ballesteros (profesora de la Universidad San Pablo de Madrid) en un excelente poema cuestiona tantos tipos de virus peligrosos que hay en el aire y no son siempre biológicos. 

-Charo Bernal (De Puertollano) retrata el paisaje de pájaros en el aire o por las calles con mascarillas. Una mujer encantadora dispuesta a colaborar en las propuestas que intuye que valen, poeta prolífica y de objetivo y exquisito vuelo, coherente, que supo captar a la primera la exclusividad del tema propuesto, el de la unidad, para esta edición especial de R y R “Noches estivales”. 

-Blanca Caballero. Cubana afincada en Miami. Profesora en varias universidades del mundo y una excelente escritora. Mujer atenta que no ha podido venir como deseaba, lo que me ha manifestado en un bello y largo correo, por el problema sanitario mundial, pero que está presente en la publicación con tres hermosos poemas y un interesante relato. 

-Cristina Galán. De Valdepeñas residente en Madrid. Mujer cercana y risueña, cordial, sencilla y profunda al cuestionarse las cosas de la vida, de los recuerdos o de los asuntos históricos o de las personas de su familia, para llevar a la escritura con ese hurgar sabio una obra conmovedora, en narrativa o poesía. 

-María Antonia García de León. Una amiga con la que me peleo sutilmente a veces, pero que nos queremos y nos entendemos y nos dejamos ser como somos. Profesora de sociología en la Complutense, ya con el carnet de emérita, y mucha obra escrita sobre género y poesía. Mujer con una capacidad arrolladora para escribir y difundir su obra, libro tras libro, con una adicción casi envenenada hasta casi no dormir; un volcán creativo con excelente derrame de lava.

-Juan José Guardia Polaino. De Villanueva de los Infantes, el lugar que no hay que dejar de visitar cuando se viene a la Mancha. El grandísimo Quevedo, al que he citado, expiró en esa señorial población y ahí estuvo enterrado. Juanjo, muy querido amigo y compañero de este endiablado mundillo creativo desde hace muchos años, uno de los que me llaman con cariño sincero Isabelita. Tenaz y muy personal en la creación literaria, con la que denuncia, generalmente, la frivolidad de las élites en las jerarquías sociales desde el comienzo secular de su establecimiento. Orador brillante en las presentaciones de actos; por ejemplo, el de entrega de los premios internacionales de la Orden Literaria Francisco de Quevedo, de la que es Gran Maestre. 

INTERMEDIO MUSICAL. Ambrosio (“Amigo”) 

-Juan López Martínez. Madrileño. Una autoridad nacional en la competencia educativa desde su cargo de Inspector Central del Ministerio de Educación. Muchas responsabilidades más. Es un hombre apasionado en busca del gozo y delicias de la vida, la cultura, el arte, la poesía, las personas…, y también una persona comprometida con la defensa de los trabajadores desde su cargo de Vicesecretario General de la Agrupación Socialista en el distrito de Chamberí. Escribe artículos obligados con esos horizontes, y poemas a veces con un sabor erótico. Todo responde a su carácter y cargos. 

-Pilar Geraldo. De Albacete. Maestra jubilada, ocasión cuando en todos cristaliza todo lo acumulado en la vida. Cofundadora del Museo del Niño en la ciudad castellano-manchega. Mujer vital que disfruta escribiendo y comunicándose y con lo que nos encandila. Capaz de emprender acertadas empresas, como ha sido la valoración de ese museo de la enseñanza nacional española para que se haga cargo de él la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, o como es la creación de las colecciones escritas relacionadas con aquellas experiencias pasadas, a las que nos invita a tantos escritores e ilustradores. Traspasada por el fallecimiento por la enfermedad presente de su hermano Antonio, homenajeado por su amigo Diego Gallego en la revista, ha escrito un poema lleno de sentimiento dedicado a él. 

-María José Maeso. De Manzanares. Filóloga y monitora de los cursos de creación escrita y del Taller de lectura de la Biblioteca de Manzanares. Directora de la revista Calicanto y del Grupo Literario Azuer. Poeta que ahonda en las sutiles y voraces formas de la poesía, componiendo poemas con verdadera personalidad y excelentes logros. 

-Tomás Megía. De Valdepeñas. Maestro, también jubilado y con ese carisma del tiempo; investigador de la vida de personajes de su pueblo, trabajos que ordena pulcramente en libros; melómano, la casa llena de discos; rebelde e incrédulo, creyendo antes que nada en sí mismo; tierno, también, un buen amigo; poeta sensual y a veces también casi erótico, pero donde late el verdadero amor; la bella veta o el velo que recubre esas composiciones expresan a veces la preocupación por cómo, ese gran sentimiento que mueve el mundo, puede ser impúdicamente violentado. Él maqueta y publica sus libros. 

-Antonio Portillo. Jienense residente por su profesión en Madrid. Ha sido miembro de la Guardia Real. Su figura hermosa y marcial y su seriedad de comportamiento, no exenta de afabilidad risueña, lo han permitido. Poeta, delicado creador que busca la tensión de la imagen, la metáfora acertada y con vuelo y también la vanguardia. Un cordial compañero de la AECLM. 

-Alfredo Sánchez. De Castellar de Santiago y afincado en Ciudad Real. Abogado, Jefe de la delegación de Migración en Ciudad Real de la JCCLM. Artista polifacético. Poeta de largo y sentido verso que cala hondo, con muchos premios bien merecidos. Cantautor, excelente con su guitarra como nos lo va a demostrar a continuación, que interpreta en solitario o pertenece a otros grupos. Coordinador del Grupo Literario Guadiana y la revista Manxa de Ciudad Real. Hombre cordial y afectivo capaz de conquistar foros y corazones; alegre y generoso y de voz y palabra potentes y emocionadas. Otro gran amigo.

INTERMDIO MUSICAL. Alfredo (“La leyenda del beso”). Lectura de uno de sus poemas 

-Isabel Villalta (uno de mis poemas: "Raíz y Rama") 

INTERMEDIO MUSICAL. Isabel (“Gracias a la vida”) 

-Virginia Caro. De Manzanares. Una joven mujer que, desde que se formara en arte, lleva una carrera intensa y arrolladora. Genial ilustradora, son muchas las colecciones o ediciones personales que ha alumbrado con sus lápices, libros infantiles o de adultos. Trazo limpio, personal y expresivo y de un delicado vuelo. Mujer generosa que, aunque esté muy liada con asuntos domésticos o profesionales, cuando se lo piden, brinda su trabajo artístico con generosidad y compromiso. 

-Pilar Benito. De Madrid, aunque como casi todos los madrileños con orígenes en un pueblo, donde se maman los calostros de la vida. Mujer inquieta y desconcertada, impulsiva y risueña, apasionada y valiente. Profesora de inglés pero que me pide consejo para casi todo. Qué ternura. Toma con decisión arriesgadas empresas solidarias; ha sido capaz de pasar el confinamiento y hasta casi siete meses seguidos, cuando ha podido volver, en Senegal. Allí lleva ayuda para la educación de los niños y los jóvenes. Pilar, una noble compañera de viajes con una voz preciosa y mucha poesía en su mirada a las cosas. 

-Resti Contreras. De Membrilla, como mi marido y yo. Persona de fiel compromiso con la defensa de las nobles iniciativas y trayectos. Defensor a ultranza de la UE y sus beneficios para España. Observador de los valores humanos, que destaca y publica con plena sinceridad en numerosos artículos. Maestro de profesión, con su enorme bagaje desde colegios en España y África. Humilde, alma grande, defensor de la armonía social y de la sólida educación en valores, los que sean capaces de proyectar para el futuro jóvenes íntegros y felices para una sociedad comprometida e igualitaria. 

-Isabel del Rey. De La Solana. Maestra de escuela y profesora luego de Instituto. Presidenta de la Asociación Cultural Pan de Trigo, a la que me unen firmes lazos afectivos y literarios desde hace veinte años, cuando de la mirada experta del jurado que reúne y el que ella preside recibí uno de mis primeros premios nacionales de Poesía. Isabel pone un definido ahínco en la claridad explicativa, tanto en prosa como en verso, como un compromiso vitalicio. Tiene muchos premios, y es otra de mis buenas y antiguas amigas. 

-Pedro Antonio González Moreno, poeta y narrador de exquisito teclado o notas a pie de campo, capaz de composiciones estremecidas que cautivan a los jurados (y a los lectores): premio Café Gijón de Novela 2017 por “La mujer de la escalera” y muchos más igual de prestigiosos de Poesía. La infección de una muela, que ha tenido que ser operada urgentemente donde le cogió, en La Manga, le ha impedido venir esta noche. 

-Pedro Sánchez-Prieto. De Membrilla, también. Catedrático de Lengua Española en la Universidad de Alcalá de Henares y responsable de publicaciones de esa alta institución, hombre eminente y trabajador en la búsqueda del origen de las palabras. Humilde, generoso y afable como lo son los sabios. 

INTERMEDIO MUSICAL. Rosa Sierra (tema operístico) 

-Rosa Sierra. De Daimiel con residencia en Madrid. Licenciada en Derecho, en la capital trabaja en una notaría. Tiene una voz prodigiosa, herencia de sus padres, nuestros queridos amigos Rosa y Pepe de la Asociación Cultural Bolote, con los que tanto emocionado me une (ellos me reconocieron hace más de treinta años mi primer poema enviado a voleo). Si esa voz la ha recibido en legado natural, Rosa transmite a sus hijos ese mismo virtuosismo por el arte de la música, dos varones como dos lámparas de aceite, niños prodigio. Ella dice que no es soprano profesional, pero la Orquesta y Coros de la Ciudad de Granada la ha llamado numerosas veces para ejercer el poder de su voz en sus brillantes actuaciones. Esta noche tenemos el privilegio de contar con su talento, además de con su simpatía. 

INTERMEDIO MUSICAL. Alfredo (“Rosas en el mar”) 

FINAL MUSICAL. Ambrosio (“Resistiré”). Lo bailamos todos. 

Libre. Dejamos el escenario y tomamos la cena. 

                                                                                   © Isabel Villalta Villalta