LA LUNA Y LAS ESTRELLAS CON RAÍZ Y RAMA-NOCHES ESTIVALES
EN LA DIFUSIÓN DE CULTURA, EMOCIONES Y AMISTAD
La noche del pasado sábado 5 de agosto se ha celebrado el Recital de Música y Poesía Noches Estivales que Raíz y Rama organiza todos los años, acompañando a la presentación de la revista homónima. Fue en la finca El Tomillar, en el término de Membrilla. La fundadora y directora de la publicación, Isabel Villalta, estuvo acompañada de su marido y de un nutrido grupo de escritores y escritoras, al que, como cada año, se une otro grupo de músicos y cantantes, alternándose sus intervenciones. Junto al público asistente para disfrutar de la hermosa Velada, nos reunimos unas 50 personas.
Comenzó el acto la interpretación al teclado y voz de la canción Sapore di sale por el músico Ambrosio Sánchez-Ballesteros, imprescindible y generoso en este llamativo y singular acto estival. A continuación. Isabel Villalta presentó el Recital. En sus primeras palabras hizo referencia a cómo era el mundo cuando se compuso y lanzó esa canción, 1963, una memoria de los primeros años sesenta en que en España acabábamos de pasar veinte años de autarquía, sin relación con el exterior y, como la de los Beatles, que también irrumpieron el mismo año, esas músicas ligeras o renovadoras abrieron en nuestro país las ilusiones de un mundo nuevo.
Isabel hizo referencia asimismo a la celebración este año 2023 del décimo aniversario del Recital, y
cómo esta hermosa reunión de colegas, profunda y a la vez fresca, cinco años después le abrió el apetito de crear esta revista -desde
bien pronto un libro antología por su volumen- donde incluir las composiciones
que los poetas llevaban. Fue en ese verano de 2018 cuando decidió igualmente que Raíz y
Rama –el heterónimo, además, de Isabel- constaría de dos colecciones, una
dedicada a artículos documentados del saber y otra a la literatura. Dos tiradas
anuales, pues, que incluyen a autores expertos en distintas disciplinas académicas o
distintos estilos creativos y procedentes de diferentes partes del país. De este modo, la edición que se acaba de presentar
es la número 11; la que, como las otras pasadas, viajará a hacer otras presentaciones.
Isabel agradeció la asistencia a los creadores
que vinieron de lejos, distintas partes de la geografía española, como
Alicante, Asturias, Córdoba, Cuenca, Alcalá de Henares o Madrid, y los de
poblaciones más cercanas como Villarrobledo, Valdepeñas, Argamasilla de Alba,
Villanueva de los Infantes, Tomelloso o el propio Manzanares, donde Isabel
Villalta y este cronista residimos, todos incluidos en esta edición, y disculpó
la ausencia de varios de otros autores residentes lejos a los que les resultó
imposible venir. También nombró y agradeció la participación en el acto de los
intérpretes de música Ambrosio Sánchez-Ballesteros, fiel al Recital desde el
primer año, el profesor clarinetista Carlos Gigante, el maestro acordeonista
Agustín López y este que escribe y lo acompaña como alumno, y las
cantantes Feli Mendoza y Teresa López de la Manzanara, que completaron el brillo del escenario; éstos, llegados de Manzanares y, Agustín, de Villanueva
de los Infantes. Hizo asimismo referencia agradecida a amigos que asistieron
al acto solo por disfrutar de él y gentilmente acompañar, llegados de Ciudad
Real, Madrid, Damiel, Bolaños o Valdepeñas, así como las parejas o hermanos de los
poetas y músicos.
Isabel dio las gracias a su
marido por colaborar estrechamente con ella en su “labor de abejita
polinizadora de cultura y afecto entre escritores, de estímulo del saber, la actividad creativa, las emociones, la amistad y, finalmente, la lectura”.
Para la celebración,
estuvieron presentes los siguientes autores de este número 11 de la Revista: Virginia Gil
Torrijos, de Asturias; Concha García y Marisa Calero, de Córdoba; Rafael
Fraguas y Pilar Benito, de Madrid, ésta más vinculada en los últimos años con
Senegal, donde reside largas temporadas; Luis Miguel Sanmartín, de Alicante; Antonio
Portillo, de Alcalá de Henares; Cristián Lázaro, de Cuenca; Aurora Gómez Campos
y Juan José Guardia Polaino, de Valdepeñas; Pilar Serrano, de Argamasilla de
Alba; Julia Flores, de Villarrobledo; María Teresa Lozano, de Tomelloso;
Joaquín Fernández de Silva, de Villanueva de los Infantes y, del mismo lugar montieleño, al
archicélebre holografista Pepe Buitrago y su pareja Mercedes, que lo
acompañaban, así como el acordeonista Agustín López, de la misma localidad; finalmente, de Manzanares, Manuel Gallego, Carlos Gigante, Ambrosio
Sánchez-Ballesteros, Feli Mendoza y Teresa López de la Manzanara, así como la
propia Isabel y este comentarista. Y no olvidar, claro, a Gustavo
Fernández-Arroyo, hijo del homenajeado en la revista, el pintor Manuel
Fernández-Arroyo, fallecido el pasado mes de febrero, que estuvo presente con
su mujer y una de sus hijas.
Isabel tampoco olvidó la asistencia
de excelentes amigos de ya muchos años procedentes de diferentes localidades,
como Rosa y Pepe, de Daimiel; Cosme y Trini, de Ciudad Real; Antonio Porrero,
de Bolaños, Joan Antón Abellán, catalanes afincados en Valdepeñas; Begoña y Paco
Tena, de Madrid...
Los autores que no pudieron
asistir y que participan en la revista son: Celia Roca Martín, de Barcelona; Federico
Gallego Ripoll, residente en Palma; José Agustín Blanco, de vacaciones en lugar muy alejado; José Andrés Pastor, de Estella, Navarra, periodista y locutor cogido en
plenas fiestas de la localidad; Luis Miguel Guerra, de Barcelona; María Luisa
Mora, de Toledo, y Tomás Mejía, en Cartagena. Con todo el conjunto de autores, la revista en su número 11 es de textos jugosos, interesantes y llenos de belleza, acompañados de fotografías a pleno color y de las ilustraciones de Manuel Fernández-Arroyo.
A todos los presentes y a
quienes no pudieron asistir, Isabel manifestó su agradecimiento por su
participación en las páginas de la revista.
Seguidamente, la directora y
el profesor de clarinete Carlos Gigante interpretaron una introducción
artística combinando declamación y el Claro de Luna de Debussy, que este
joven y excelente profesor ha adaptado al clarinete desde su original para
piano. Magnífica interpretación con un diálogo perfecto del clarinete y la
declamación de Isabel, con la precisión
y sonoridad que imprime Carlos a sus interpretaciones y el bello texto de Isabel, en
el que ofreció reflexiones llevadas al hilo de la cultura universal y el valor humano que la escritura y la lectura proporcionan. La
conjunción del tema musical y la palabra hizo descender entre
sus gasas a las estrellas: “Sube hasta las estrellas este Claro de Luna. Las recoge, y ellas bajan. Están aquí, distribuidas sin orden, porque son
libres. Ocupan este zaguán del mundo. Este patio del tiempo desde Fenicia,
desde Cartago (…). Quiero este trozo de espacio que me ilumina. Este patio del
mundo donde has caído para sanarme, para querernos. Este reguero donde guiarnos
desde Oretania, desde Roma, desde el oriente en al-Andalus (…). Quiero este
espacio, esta brisa que va quedando bajo la noche (…). Claro de Luna de
Debussy en la excelencia de Carlos. Quiero esta estela que nos circunda, nos
estremece, que ha madurado desde los rollos de Alejandría, desde los libros de
Sarajevo, desde el Quijote, el Hombre, el Hombre puro del universo. (…) Un espacio que nos resguarda, que nos libera (…). Os quiero sobre mi oído, sobre
mi pecho, entre mis pasos”.
A continuación se desarrolló
el homenaje que, como se ha anticipado, la revista trae al pintor manzanareño Manuel
Fernández-Arroyo. Comienza con la intervención de Isabel Villalta: “Nació en
Manzanares en 1942 (…). Pintar le daba la vida, emoción; le aportaba una
conciencia precisa de las cosas, de los espacios (…). Desarrolló diferentes
exposiciones temáticas (…). Sentía la transmutación de las cosas. Le gustaba el
carnaval, la fiesta de la mudanza y, en consecuencia, crear obra con pinceles o cualquier otro
soporte y dibujarlos desdibujarlos... Se marchó a los espacios inasibles en febrero pasado”... Isabel ha solicitado
ahora a su hijo Gustavo una colección de su obra, que es la que ilustra este
número 11. Igualmente aparece en la revista el homenaje personal que el crítico de arte Manuel
Gallego Arroyo le hace al pintor desaparecido, quien leyó a continuación: “Manuel
Fernández, pintor, a ti, hombre encontrador y polimorfo, artista de máscara
sincera, de pincel humilde. Arte que ahora yace en la línea del horizonte que
trazaste (…). Manuel Fernández pintor de
olivos, de paredes cúbicas (…). Tú que bailaste con los objetos irrealizados,
arriero de cosas disformes, desubicadas y huérfanas en las que soplaste su
alma. Hoy ausente, erguida entre lienzos y tablas”.
Finalizados estos prolegómenos y Recuerdo, se desarrolla el recital de todos los poetas asistentes, con un protocolo de intervenciones entre sus lecturas, la música y las canciones:
Antonio
Portillo, poeta humanista y de voz original y muy personal. Lee dos poemas de
la Revista: “Ángel de Paz”: “Pero los ángeles están aquí, /disponen la argamasa
que une /diferentes ripios y guijarros, /plantan empatía y compasión / en este
barbecho para hacerlo fértil”… El
siguiente es “Náufragos”: “Floto en un triángulo, sin velas. / Hondamente
inspiro aire salobre para pensar./ Dicen que dijiste sin mirar a tus dos
acompañantes / ni a los que estábamos a la espalda de tu equis: /perdónalos,
saben lo que hacen, tengo tu misma sed”.
Aurora Gómez Campos viene por
primera vez al Recital. Es de Valdepeñas. Poeta de sustratos surrealistas o toques de fantasía. Lee un relato sobre la distopía, corriente de imaginación usada en sus obras por muchos autores del siglo XX. “Aria aséptica para una ciudad transparente”, ciudad
donde sus vecinos no saben que sus vidas están siendo observadas: “Durante la
noche habían caído todas las paredes de los edificios de la ciudad y, las que
no habían caído, se habían vuelto de cristal. Los edificios amanecieron
transparentes. Las viviendas también…”.
Concha García también viene
por primera vez a este recital. Poeta de creaciones propias, premiadas, y de ensayos sobre la literatura. Lee su poema en la revista: “Desde la ventana”,
en prosa poética, y “Desde lejos de la ventana”, el mismo texto en verso, con diferente
perspectiva: “Desde la ciudad de donde te has ido / también se llega, las
piedras viejas / dan lugar a un nuevo brillo. / Las celosías oscurecen los
interiores / en este paseo rememorante / de escalofríos diminutos, Atravesar / cincuentas
veces la misma calle…”.
Cristian Lázaro, un joven
poeta, comenta que conoció a Isabel cuando asistió a la presentación de un
libro suyo en Ciudad Real. Después ha vuelto a saber de ella por unos amigos
comunes de Cuenca, su ciudad natal. Han entrado en contacto y ella se ha
interesado por su obra de estreno. “Es un joven educado, sensible, generoso,
cultivado en Grado de Filología Española y que lleva la poesía en las venas”,
dijo Isabel tras asistir ahora ella la primavera pasada a la presentación de un
libro suyo en la Facultad de Letras del campus de Ciudad Real, donde Cristian cursó la carrera. Elijo dos poemas de los
contenidos en la Revista. Uno de ellos está dedicado a cuatro
amigos: Isabel, Antonio, Resti y Jaime. Veamos algunos versos. “Calma”: “Tómatelo
con calma. / La intensidad anda al acecho / y no siempre con intenciones
reconfortantes. / Gusta de agitarnos / y, presa de su coctelera, / emanamos
vastos aullidos en vano…”. El siguiente, “Reencuentros”, dice así:
“Reencontrarse es con lo mismo / pero de otra manera. / Madura el verso. Vive
todas las sanas vidas que puedas. / Has tenido mucha suerte de llegarte a
conocer…”).
La siguiente intervención es
de música. Interviene Agustín López, profesor de acordeón en las escuelas de Música de Infantes y Manzanares, y le acompaña este cronista alumno suyo. El acordeón hace sonar la bella canción Pequeña
flor. El maestro Agustín considera importante que el alumno exprese con el
corazón su interpretación, pues, cerca, como se coloca para hacerlo sonar, del
órgano vital, facilita el mejor sonido de este original instrumento a modo de
pequeño piano.
Sigue a continuación la
escritora Julia Flores. Además de un poema titulado “Soy todas las mujeres”,
donde manifiesta su empatía con todos los prototipos de mujer: “Esta que aquí
está, / la que os habla de frente / y lucha codo a codo a vuestro lado, / la
que respira a la vez que respiráis, / ésta soy yo, / en cuerpo y alma. / No
importa ni mi origen / ni mi edad / ni el color de mi piel / ni de mis huesos. /
Esta soy yo…”; lee, como sorpresa, otro dedicado a Isabel y Antonio titulado
“Vuestra casa”. En él agradece la cálida acogida de estos anfitriones en su finca
y sus habitaciones a quien llega de más lejos y quiera pernoctar. Isabel, por
su parte, recuerda de Julia “su profesión de profesora de Filosofía, que ha
calado en su filosofía de vida, o su dedicación ahora al teatro, donde acaba de
hacer una excelente Celestina”.
Juan José Guardia
Polaino, “poeta de una sola voz”, dijo Isabel, “la de denunciar los males y a
los malvados del mundo y de la historia”: “Estos tiempos donde los fanáticos
adalides de la estupidez / se hacen voceros de la escoria y se aúpan / sobre el
giro libertino del torno / para esparcir su barro apelmazado y sin cocción. /
Estos tiempos que vienen a ser liturgia adoctrinada, / donde el valor de la
libertad, la justicia y la dignidad / quedan al albur de tahúres y reyezuelos
anacoretas del ansia” (…) “Yo os aseguro [don Francisco] que el tiempo no se
detuvo en vos”. “Bien lo supisteis vos, / el hombre solo necesita anunciar luz,
/ decir denuncia y mirar desde el zaguán de su casa / cómo llenarse de
Universo”. Juan José, recordó también Isabel, es Gran Maestre de la Orden Literaria
Francisco de Quevedo.
Joaquín Fernández de Silva, “poeta
comprometido con el saber y el valor de los clásicos griegos", también dijo
Isabel en la presentación de su persona. Poemas en la revista como “Eleos”: “Cuando
la vida está cerca del mar / y el cielo, inexorable, / se precipita sobre ti, /
atrás dejado ya lo acogedor, / lo que valió la pena, duras penas, / buscas un
asidero entre las piedras / que viven dentro del paisaje…”. O del poema
“Hedypatheia”: “Como se baja el tono de la voz / de la conversación cuando
alguien pasa, / así sucede en mi interior / cuando dialogan en su acera / el
vividor y la conciencia…”.
Luis Miguel Sanmartín, de
Alicante, da las gracias y muestra su confianza en el auditorio en sus manifestaciones
que aluden a su vida privada. La poesía es importante en su existencia y sin
duda le ayuda en el modo de afrontarla. La entiende como construcción, características que las encuentra en la musicalidad del poema y en la métrica clásica. “Caminos por
decir”, es su poema, compuesto de nueve teselas, como él llama a cada
idea aportada en la composición: relaciona el volcán en erupción con un caballo
desbocado, o la caída de la nieve con un pájaro que muere. Veamos éste: “¿Por
qué este arrullo triste al asomarme? / Un manto de ceguera en la mirada. / Las
plumas acarician unas manos. / Todo lo ocupa el frío, es claridad. / Las alas
caen después de una ventisca. / La memoria es del aire y de la nube. / La nieve
son los pájaros muriendo”.
A continuación, Ambrosio
Sánchez-Ballesteros y Feli Mendoza interpretan la “Nana de Sevilla” de Lorca.
Una bonita canción de cuna que hacen sonar con sentimiento, dulzura y la expresividad
propia del tema, en la que se aprecia la tremenda sensibilidad de nuestro poeta
de Granada.
Marisa Calero viene como amiga
aunque no está incluida en la revista; no dio tiempo esta vez, pero ya está invitada a participar en las páginas de los próximos números de Raíz y Rama. Catedrática de
Lingüística de la Universidad de Córdoba, ahora jubilada colabora en revistas y
participa tertulias literarias, como la del maestro Enrique Gracia Trinidad, así como en certámenes. Ha obtenido varios premios y tiene publicados libros
propios. Lee una composición de Por la acera del viento (Edit. Cántico,
2023).
Pilar Serrano de Menchén. Entre
los diversos aspectos importantes por
los que destaca, como recuerda Isabel, se puede mencionar su labor de archivera
del ayuntamiento de su localidad, Argamasilla de Alba, el de investigadora
cervantista o el de poeta. Lee el poema que contiene la revista, “Altas Torres
de Amor”: “Contigo aventar penas: / las honduras del alba, y curar el dolor/que
va poniendo su hito / de dulzura en lo helado para ir arropando / las lágrimas
de la enemiga suerte, / en estos campos donde tú me sustentas / con
el gran mal que sobra / que dijo Manrique en sus poemas”). Isabel hace
notar la densidad y preciosismo de su poética.
Pilar Benito Alonso, gran
amiga de Isabel y, como se ha recordado, más senegalesa que española, país africano “donde
percibe la autenticidad de la vida”, como le ha declarado alguna vez a Isabel. A
Pilar le gusta la naturaleza, la poesía, disfrutar el diálogo, la música...
Recuerda a su madre recientemente fallecida y lee el poema “Canto a la vida”,
que también contiene este número de Raíz y Rama: “Sentir la música es
compartir / la vida, es llegar al fondo de / lo que vibra y te hace brillar / en
cada paso que das / mirar, sonreír, cantar / callar… Sentir la risa allí donde
estás, / abrazar al otro con la sonrisa / simplemente al pasar, y avanzar...
Interviene ahora Rafael
Fraguas de Pablo. Isabel lo presenta: periodista forjado en escenarios de
guerra del Medio Oriente y el África Negra, Doctor en Sociología con una tesis sobre
el Secreto de Estado. Miembro de la redacción fundacional del diario El País.
Especialista en Ciencias Políticas. Da conferencias en América Latina, Estados
Unidos y Europa… Polifacético, también compone canciones y toca la guitarra o cultiva
un buen sentido del humor, faceta, como recuerda asimismo la directora de nuestra
revista, que le viene de familia, hermano del gran humorista gráfico Antonio
Forges. Rafael Fraguas ya estuvo esta primavera con un artículo en el número 10
de Raíz y Rama, presentado en la Biblioteca Pública “Lope de Vega” de
Manzanares. Esta noche de luna de agosto interpreta a la guitarra dos
canciones, una delicada y bella latinoamericana y, en francés, Le métèque.
Atrae la atención de quienes no lo conocían y lo escuchan, el sentimiento que
imprime a la interpretación, el mensaje y la incorporación del oyente al
vivirla.
Seguidamente intervienen
Ambrosio Sánchez-Ballesteros, Feli Mendoza y Teresa López de la Manzanara, que
interpretan la canción No sé por qué te quiero. Un bolero de tema clásico que
siempre está vivo y lo recordamos en las voces de Víctor Manuel y Ana Belén.
Muy bien conjuntada la interpretación con la dulzura y sentimiento que
requiere.
Virginia Gil Torrijos, excelente
poeta y escritora asturiana, de fuerza y constancia creativas, con una gran
dimensión literaria por su inquietud, publicaciones, premios literarios y como
activista cultural y directiva en diversas asociaciones de Asturias. Tiene en
la revista dos poemas, "Lo bello" y “Lipograma”, sin dos vocales y dos consonantes. Isabel Villalta, que ha realizado en la revista un
comentario de una de sus obras, Objetivos blandos, considera su poesía
muy combativa y dinámica (“El vigor de la fragilidad”, titula Isabel ese
comentario). Hace Isabel observar sus juegos de palabras y aliteraciones o cómo
escribe también en bable o expresa fragmentos en latín o en inglés. Veamos una
estrofa del poema “Lo bello” leído esta noche. “Partisana de cielos tortuosos, /
maquisard pertrechada de obviedades / solo consigo escribir sobre ataúdes,
ataúdes / y más ataúdes. / Mientras desde tu ventana emana una luz roja / que
parpadea en la ensenada / circundando
los rastrojos del camino. / Mas esta carretera lleva al perímetro de la rabia /
que me estalla en el estómago / y en la boca. / Y mi revancha es una estrofa/
solo una estrofa…".
La escritora María Teresa
Lozano tampoco está incluida en este número de la revista, pero Isabel, que se ha cruzado con ella en los muchos actos culturales a los que asiste, la ha
invitado a recitar uno de sus poemas. La autora escoge uno de los contenidos en
su libro En el umbral del otoño. Teresa, nos informa Isabel, trabaja en
el Museo Antonio López Torres de Tomelloso. Dice cómo, no solo por estar viendo
mientras su jornada laboral estos cuadros del pintor costumbrista (tío del
actual y más célebre Antonio López), sino por su cuna manchega y gusto poético, Teresa es una mujer llena de luz y horizontes manchegos.
Antes de la despedida mencionar que Isabel Villalta ha escrito en la revista un extenso y magnífico poema, “Documentos de amor”, donde abarca todo lo que en la historia y el mundo representa este sentimiento fundamental de la vida y desarrollo del ser humano. Aporta también un delicado y original relato breve, ”Dédalo de Azul Melancolía”; dos críticas: “Identidad de tu tierra en el exilio”, sobre un libro de relatos de sus amigos cubanos Juan Jorge y Grisel Parera y cinco autores más, también exiliados de la isla caribeña, y el recordado de Virginia Gil Torrijos “El vigor de la fragilidad”. Isabel es asimismo coautora del amplio comentario sobre la Generación del 27, “La huella espiritual de la poesía”, y aporta, como siempre, el pequeño prólogo lírico y el siempre breve epílogo de esta colección.
Finalmente llegamos a la despedida del Recital de Música y Poesía Raíz y Rama-Noches Estivales. Lo hacen Ambrosio e Isabel; él, al teclado acompañando una breve declamación de despedida de Isabel. Este apartado final llenó la atmósfera de una exquisita sonoridad lírica, con versos plenos de belleza y reflexiones profundas.
“Descendidas, estrellas, por debajo del viento. A ras de hierbabuena, esfuerzo y piedra. Aquí adonde el mundo tantas veces no ve los resplandores. Un conjunto de faros señalando los puertos que dan cauces a los pueblos. Después de la galaxia conmovidos, quedaos por el mundo. Música, poesía, relatos, amigos… para salvar al hombre”.
Resti Contreras Jiménez
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