Presentación de Cántiga en Membrilla

Membrilla Casa de Cultura, viernes 12 de mayo de 2017, 21h
Isabel Villalta

INTRODUCCIÓN

Buenas noches.

Todos aquí, poetas, músicos, colaboradores… Nos vamos a entregar, porque como podrán imaginar no nos acabamos de caer del cielo. 

En primer lugar, los agradecimientos, que es de bien nacidos.

Gracias, Carmen, por tus palabras de bienvenida. Por la acogida del ayuntamiento y su colaboración. Gracias a los miembros de la corporación municipal por su asistencia. A los patrocinadores de esta muestra cultural, empresarios en conexión con la empresa agrícola de mi familia, FINCAS BRUNETO, suministrando, intercambiando, vendiendo, comprando; gentes que con su capacidad y trabajo en el sector agrícola o vinculados a él hacen posible el desarrollo económico de esta población o del entorno. Todos, ya lo verán, vamos a salir alimentados de esta velada, aires líricos y musicales y un exquisito obsequito a quien se reserve la antología. Gracias a los poetas compañeros de Cántiga que se han desplazado desde otros lugares de la provincia para derramar aquí porciones de la luz que la publicación contiene. A Alicia Jiménez, del grupo Airén de la localidad, que va a ser quien haga unas presentaciones, ordenando y clarificando las entradas. Saludos a los componentes de ese grupo, Airén, que asisten al acto y a los que no han podido venir, y así también a las demás agrupaciones culturales de Membrilla que sé que hacen cosas extraordinarias. Finalmente, gracias a Jesús Muñoz, editor de Ledoria, y a Nieves Fernández coordinadora de la publicación, amiga, compañera, escritora de extraordinaria vitalidad. En fin, aquí, Cristóbal, gran poeta, y yo, les damos a todos la bienvenida.

Alternando con la poesía, nos va a acompañar el grupo Ensemble Various. Cinco componentes emanados del alma de Membrilla desde que aprendieran de padres o abuelos. Músicos de académica formación, profesores e intérpretes de consolidada trayectoria en numerosos conciertos; sin duda, con excelencia, nos van a deleitar con las piezas del repertorio. La música, y la poesía, ésta, la de los poetas de la provincia de Ciudad Real recogidos en esta antología.
Cántiga, poetas de la provincia de Ciudad Real. Primer cuarto del siglo XXI. Aquí lo tenemos, una obra llena de entrega y responsabilidad creadora. De todo esto, la composición del libro, la organización de actos para darlo a conocer, se sale como de una operación a corazón abierto. Así que, si nos pasamos un poquito en el tiempo, aguántenos, por favor, y luego nos repondremos todos.

Bien, una nota de localización e identidades: Desaparecieron a finales de los ochenta. Esta Casa de Cultura actual donde nos encontramos eran las Escuelas Nacionales de San Miguel, en tapiales y cal, donde yo venía de niña. Dos alas de aulas y un corralillo en medio, empedrado, con un árbol grande. Aquí empezó casi todo para mí, aprendizaje, juegos y carreras. Después, en el mismo lugar transformado, presenté actos, participé en recitales, di el Pregón de Semana Santa… Cien vueltas por el mundo entre tanto o después, pero apegada, apegada a mi lugar de nacimiento, a su tierra, a sus parajes, a mi familia y mi memoria, y aquí, ahora, continúo.


CÁNTIGA

He querido obligarme a ser yo quien presentase esta importante colección de poesía en Membrilla. Cántiga es una publicación de referencia para estudio de conjunto o bien personal, de cada autor por separado, o para simple disfrute de un amplísimo y cuidado manojo de poesía, de buena lírica que viene de poetas enormes como Antonio Gala, Félix Grande, José Corredor Mateos… u ochenta poetas la mayoría extraordinarios (ellos) que llevamos comprometidos muchos años con la creación lírica, con la difusión de la poesía desde el trabajo cuidado de su género, como bandeja de sensibilidades y de cultura. Poetas de la provincia de Ciudad Real nacidos a lo largo del siglo XX, entre los años treinta y el último cuarto de la centuria, cuya obra, en la mayoría de los casos, está palpitante en la actualidad.

Debido tal vez a esa cronología amplia, en la publicación hay creadores de diferentes estilos, más clasicistas o menos, más apegados a la tierra manchega o más universales; o incluso en cada uno caben todas las miradas. Pero en su gran mayoría son poetas, somos poetas, que escribimos con la mano en el corazón, en el arte de la literatura, y en las entrañas, a veces. Poesía bajo cualquier ímpetu, forma, estilo o temática.

Veinte mujeres y sesenta hombres. Nos identifica, en sucesión alfabética de localidades y apellidos, una fotografía, una poética, una breve biografía y tres páginas de creación. Nieves Fernández la conduce, explica, relata cosas tan interesantes… La prologa el director de la Biblioteca de Castilla-La Mancha en Toledo, Juan Sánchez Sánchez.

Entre la amplia selección, hay poesía nostálgica, dramática, a veces apocalíptica, sensual, a veces erótica, imperativa con vocación didáctica, comprometida con la paz y la justica en el mundo, con nuestra región y la conservación de su herencia; poesía de ruego, de agradecimiento, filosófica… De visión objetiva o de mera y profunda experiencia íntima, estremecedora por su belleza.

Cántiga llega al conocimiento sensible y al de la razón, fluye de experiencias o valores personales para hacerse diverso en el sentir y comprender, finalmente, de los lectores o escuchantes. La poesía que como dice Antonio Gala está por encima de nosotros y solo viene a rozarnos o a inundarnos para que, como por su parte dice Nieves Fernández, “cerrada de sopetón la puerta”, seamos sus transmisores, se derrame, añado, por nuestros dedos entera o, como oyentes o lectores, la percibamos en su plenitud, nos ilumine y, quizás, nos engrandezca.

He querido, en fin, hacer esta breve valoración de la obra que la identifique y la proteja, la estime y la disfrute, y… para completar, quiero expresar:

UN MANIFIESTO LÍRICO

A veces pueden mirarnos como raros o vanidosos. No es para echarse flores la poesía. Sé que no lo es en ninguno de nuestros casos. Tampoco para tener tristes rivalidades. Es para ahondar en el pozo de la sabiduría, de la belleza y nobleza que tienen las cosas, de la alegría de la vida, y ser más felices; del mal, también, e intentar combatirlo. Es para hacernos, tal vez, buenas piezas de engranaje.

Decía el filósofo Platón que la poesía es mímesis, pero que había de ser una mímesis buena, fiable, no falaz, que emane de la esencia del poeta. Estaba el sabio griego en contra del artificio sin credibilidad, tal vez de las copias. Decía: Pero cualquiera que accede a las puertas de la Poesía sin la locura de las Musas, confiando en que su habilidad bastará para hacerle poeta, ese es él mismo un fracasado.

Ortega y Gasset, por su parte, casi dos milenios y medio después, separando realidad de investigación, equipara la ciencia a la poesía como un imaginar sobre esa realidad. Viceversa, la poesía para nuestro filósofo del siglo XX es ciencia. Así lo dice: el mundo de la fantasía, de la imaginación, es la poesía (…) la ciencia está mucho más cerca de la poesía que de la realidad. Pero, como vemos, para conectar a ambos pensadores, el griego y el español, en el campo de la poesía hay que recordar, aquí, las palabras del que fundara la Academia en Atenas, matizar para esta observación las de nuestro madrileño Premio Nobel: la “fantasía” y la “imaginación” que él nombra tienen que ser fiables, (él lo sabe) tener una base de experiencia y, añado, también una teórica como la práctica de un médico o de cualquier otro científico. Sobre esas dos bases viaja el vuelo que sabemos, el que conmueve o emociona para empezar al propio poeta.

La poesía es más auténtica si habla de algo que ha herido realmente al creador o lo ha llenado de gozo, al instante, o a lo mejor en una parábola de años o de generaciones. Ensancha o duele a veces tanto la memoria... Es para hablar de la belleza, de la humanidad, de los momentos candorosos y delicados… o para avisar, concisamente, de cuánto dolor también existe. La poesía como la vida es el rejo de una peonza o la pluma de un gorrioncillo; o es un volcán como los del campo de Calatrava extinguidos hace más de cinco millones de años, pero uno de ellos musealizado en la actualidad. Ahí quedan las señales de la brasa. ¿Dónde? ¿Quizás en nuestra casa, en una estantería, en el recuerdo de una noche como esta…?



La poesía es concentrarnos hasta llegar a nuestro entero ser, hasta oír el crujido, y hasta llegar a la chispa precisa y breve del lenguaje; de las palabras, que, transgresora, las transforma para que participen de su milagro. Y sufrir o gozar en su clima como pudieran hacerlo con su mística San Juan de la Cruz o con una nota de flamenco Félix Grande. Grandes. La poesía, el poeta, es como un cardiólogo que separa con mimo sístole y diástole. Y con ese corazón llegar al verdadero del mundo, a la realidad íntegra de su grandeza que pasa por nuestros labios y por el beso. La poesía es una fuga de los micrófonos y los asientos.

Con la admiración por tanta buena poesía en esta publicación y con la confianza de que este acto sirva para salvar a la Musa, la que uno de nuestros compañeros, Pedro Antonio González Moreno, ve a la deriva, he querido presentar Cántiga en Membrilla.

Muchas gracias.

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