Relatos de Taller (Editorial
DosEmes, 2019)
Isabel
Villalta Villalta
Teniendo en mente a
Pirandello y sus Seis personajes en busca de autor, aquí eran cuatro
autores en busca de libro. Cosme Jiménez Villahermosa, José Luís Carlavilla
Fernández, María Alhambra Chacón y Enrique Garrido Meldaña.
Escribir un relato es
como una necesidad de memorizar los detalles de las experiencias vividas u
observadas, o quizás de lo que se quisiera proyectar frente a nuestro paso. Una
necesidad de plasmarlas en un soporte imperecedero y que los hechos comunes o
los privados y los más insólitos ajusten su identidad, su pulso verdadero y
pervivan más allá de los desvelos y las yemas digitales, más allá de los
silencios.
Sentarse a escribir una
historia es profundizar con catalejo en el ancho paisaje de los recuerdos, las
experiencias sobre las que se ha ido conformando nuestra personalidad o lo que
queremos ser o quisiéramos transformar, o simplemente por el placer de escribir
y sentir la privilegiada abundancia que la palabra da, y necesitamos raer su
capa de moho o de viento, como quien araña en una estampita que guarda premio,
para que no haya equívocos, para saborearlos en su profundo sentido, tal vez
reimaginándolos.
Escribir es crecer y
reconocernos en ese hueco sonoro de mundo que somos y poner en el brocal, un
libro, aspectos colectivos o personales y verterlos luego por acequias
lectoras.
EL LIBRO
Relatos de Taller
es una sinfonía de historias con distintos compases. Con diferentes recuerdos,
con diversos deseos… 20 relatos como un jarrón de rosas, orquídeas, claveles
que propagan una armonía o un contraste de aromas y colores muy atractivo. Que
llenan el confort de un sillón, una almohada, un banco en el parque o una
toalla en la playa de una atmósfera de vida; de vidas, de pruebas, de reflexiones,
de realistas o insólitas narraciones. Imaginativas y bien ensambladas. De
taller. De garantía técnica e interés narrativo.
4x5. Cuatro autores con
cinco relatos cada uno que se han sumergido en la pasión de contar, de hilar
artísticamente cuanto rodea su caminar afanoso, cuanto envuelve sus vidas;
afanosos por registrar el remolino del mundo con sus cambiantes virajes, los
pormenores de los estereotipos potenciales o del acontecer raro o extraordinario
en sus propias vidas y en la de otros seres. Sentimientos y aconteceres
diversos y encontrados, dulces o amargos, tristes o alegres, humorísticos o gravosamente
existenciales, de intriga o de fraternidad. Hay asesinatos vengativos, así,
fríos, shakesperianos, o una serena y dulce vida por amor como en una hermosa
novela romántica. Relatos que remueven las conciencias o que endulzan y alegran
el espíritu.
Tomando el orden de la muestra
de aroma y luz que vamos a dejar aparecer, cual cata de vino o lametón a chupa
chups, por el comienzo, haremos un pequeño análisis:
COSME:
los relatos de Cosme son mayoritariamente autobiográficos, contienen historias que
ha vivido en sus huesos o que están próximas a su vivir; son hechos bien
amasados, con vocación de reconocerse él mismo, de señalar su identidad, aunque
con su tono literario, muy ingenioso y divertido en muchos casos.
“Aquellas maravillosas
vendimias…” relata la delicadeza de un enamoramiento de adolescencia, cuyo
proceso, no obstante, su ternura, están salpicados paralelamente de toscas
explicaciones salidas del entusiasmo de un prototipo de personaje rústico,
llenas de inintencionadas picardías que el autor se encarga para darle salsa
divertida al relato. “La Espera”, finaliza con una conclusión de humor
tras una trama de extremas preocupaciones. “El loco”, es un fragmento de
la historia de un ser marginal que, a través de un hecho casual, ofrece inconscientemente
una lección de humanidad. “¡Si mi padre me viera!” es el establecimiento
comparativo de la abundancia, el esencial y bendito pan, en este caso, frente a
las calamidades del hambre de la guerra que pasaron los padres. Y “Un día
clave” es el propio, intencionado retrato de este autor situado en la
conjunción de unos hechos trascendentales, vigorosamente vividos una mañana, claves
para su propia evolución y consolidación como persona. 5x1.
JOSÉ LUÍS:
en la mayoría de las historias de José Luís se advierte quizás más claramente el
aspecto literario de la escritura. En ellas se viven situaciones dramáticas, se
saborean otras esperanzadas y de ilusión, hay también experiencias que han
servido inflamadas el propio camino del autor y su profesión:
“Calles estrechas”,
es un relato lleno de fuerza y de decisión, expresivo, sin complejos al exponer
las inclinaciones naturales de sexo y lanzar la actualidad de los cambios de
relaciones de pareja. “Nubes amarillas”, es una situación de miseria y
dramatismo doméstico; concisa y de una narración muy interesante y aguda. “La
comida del domingo” está lleno de tristeza y de soledad, es el pasmo
existencialista que punza muy dolorosamente en la vejez, en el abandono de los
propios, seguido de una decisión muy singular del personaje protagonista para
contrarrestarla. “El pozo” es de nuevo otro relato muy literario. Se
produce el deseo de cambiar prolongadas situaciones hostiles y, al hacerlo, la
alternativa es la perversa vuelta de los recuerdos. Muy a lo Pirandello. Y “La
cartera del viajante” es también en este relator un recuerdo fiel en sus
experiencias desde niño, donde una cartera que le regalaron, cuando entonces
veía contrariados sus gustos infantiles, cobró sentido útil y emocionado al
llegar a adulto. 5x2.
MARÍA.
María opta por relatos arriesgados, son valientes en cuanto a los temas
escogidos, macabros unas veces, otros críticos donde arremete contra los
personajes, hay estremecedoras denuncias…
“El sepulturero”
es tremendamente insólito y escalofriante. La transformación extrema que se
opera en el individuo protagonista lleva el argumento a un desenlace
espeluznante y sin embargo tierno. En “Biblioteca vacía” hace una
exposición irónica y sin concesiones del comportamiento acultural de los
personajes y el trato frívolo a la cultura. “El novio de Teresa” lleva
el relato por la pérdida cognitiva de la edad, la candorosa enajenación mental en
que puede desembocar la soledad de la vejez. “La Rosi” explica las poco
convenientes relaciones amorosas entre un hombre y una mujer, donde él se deja
llevar por el llamado amor ciego que se vuelve trágicamente en su contra.
Y “La vieja de los nidos” recrea el mito del avaro, donde se ven
imágenes de El cambista y su mujer, el cuadro de Quinten Massys, o el
archiconocido personaje de Molière; alguien, en su caso, que vive en la miseria
pero que almacena una gran cantidad de dinero, donde el desenlace es
tremendamente desesperante. 5x3.
ENRIQUE.
Las historias de este autor se desarrollan mayoritariamente en torno al
sentimiento del amor, aspecto vocacional grato y feliz que se aprecia
autobiográfico, aunque con sus matices literarios; sentimiento, sin embargo,
que en algún caso se conduce por resultados trágicamente opuestos. Muy bien
hilados.
“El empujoncito”
habla de un repetido cambio de parejas y la sádica venganza por infidelidades y
celos. “En el tren” narra una experiencia de poderosa atracción amorosa entre
dos jóvenes que se ven por primera vez en un viaje compartido. “La procesión
del silencio” es el devoto relato, real y vivencial, de esa celebración de
Semana Santa. “Alejando soledades” cuenta el regreso por medio del
relato a los recuerdos del comienzo de una feliz relación de pareja, su
minucioso encanto que el hombre y la mujer quieren conservar en la edad de la
costumbre y los años compartidos. Finalmente, “La mano” es un breve
relato lleno de fantasía jurídica, muy surrealista, como escapado del
conjunto, encabezado por una cita de Gómez de la Serna, uno de los maestros de
esta tendencia estilística de la primera mitad del siglo XX. Y así, 5x4.
Veinte relatos
crujientes, luminosos y fragantes. Unas veces con olor a mosto, otras a
putrefacción. Pero ese es el encanto de la variedad y de la realidad de la vida
llevada a la literatura.
Un nutrido manojo de
historias que se visualizan por la palabra bien empleada y, además, por los
atinados dibujos que Cosme ha creado exclusivamente para la publicación. Una
buena colección de pinturas que recogen un fragmento imaginado de cada
situación narrada. Cosme hábil y laborioso, divertido o serio y una persona polifacética.
Relatos de Taller, un
libro de Enrique, María, José Luís y Cosme, para tomarlo con su encanto
pictórico y sus estupendas y variadas narraciones en el lugar que salga al paso
o el que más apetezca.
Enhorabuena a estos
cuatro autores que han encontrado su libro.
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