DON QUIJOTE Isabel Villalta
Desde el principio viene de civilizaciones.
No acabará su ser en las eternidades.
Corazón generoso y mente reflexiva.
Dolido de maldades y de errores.
Pendenciero, también, que arrea contra ovejas,
arremete a molinos, hinca el filo a pellejos…
El ansia en confusiones, vorágine de fuerza,
desorbitado el seso…
Echado a los combates en busca de justicia,
queriendo redimir a quienes sufren daño,
predicando piedad… Y una lámina seca.
Por todos derribado.
Y una cabalgadura sin empuje…
La fama una voluta con oxidadas armas,
una risa, un fanal, un dolor, un fracaso…
Un ser interminable de difícil encaje.
En lo cierto extrañado.
Don Quijote la imagen de la verdad del mundo,
del vértice del hombre, del ruido de la historia...
Del ansia de hidalguía, del sueño de belleza,
del pulso de la gloria, don Quijote.
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