RAÍZ Y RAMA EN
LA CASA DE CASTILLA-LA MANCHA EN MADRID
El pasado martes 23 de
enero, amantes de la cultura, la literatura y, especialmente, la poesía,
disfrutamos de una noche brillante en la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid,
con lleno total de su salón de actos, para dar a conocer el número 11 de la
revista Raíz y Rama en su colección Noches Estivales, dedicada a
literatura. Isabel Villalta, directora de la publicación, coordinó el acto. Fue
presentado por el poeta Manuel Cortijo, que hizo una introducción excepcionalmente
poética y bella, donde destacó los valores de la revista y la labor encomiable
que lleva a cabo Isabel Villalta, su fundadora, para alumbrar dos veces al año
las dos colecciones de que consta, la otra dedicada a artículos
del saber. A la revista -libro desde la segunda edición por su formato con
solapas y su grosor- invita a autores consagrados o que presentan trascendencia
en su labor de inicio. Una publicación colectiva, por tanto con firmas
especializadas. Seguidamente intervino Isabel que expresó su agradecimiento a Manuel Cortijo y para quien tuvo palabras elogiosas sinceras, destacando su creación como intimista y humana donde hurga en las sutilezas del espíritu por donde transcurren nuestros sentimientos encontrados; a José Fernando Sánchez Ruíz, presidente se la Casa manchega, por su invitación a
llevar allí su publicación, al público por su extraordinaria respuesta; resumió
el compromiso de Raíz y Rama con el desarrollo cultural y la unidad de
autores como un estímulo a la creatividad y la investigación así como la oferta lectora y presentó a cada poeta
participante en tan excelente y luminoso acto.
Participaron ocho de los
autores incluidos en este nº 11, el que se presentó por vez primera el mes de
agosto pasado, como cada año, en la finca El Tomillar en el término de Membrilla, Ciudad Real. Dos intérpretes de música acompañamos
también recitaciones, uno a la guitarra y quien redacta, al clarinete.
Los poetas que volvieron
a dar alas a sus composiciones líricas fueron Antonio Portillo, Cristián
Lázaro, Joaquín Fernández de Silva (acompañado de su inseparable guitarrista en
el habitual espectáculo La Gran Trazada que realizan por diferentes “garitos”,
Óscar Gómez Urrea), Juan Andrés Pastor, Pilar Benito, Tomás Megía, la propia
Isabel Villalta (a quien acompañé con el clarinete) y, con un breve análisis de
la Generación del 27 del más extenso comentario que incluye la edición, este
redactor. Otros escritores que estuvieron presentes entre el gentil y apreciado
público -como manifestó Isabel Villalta- fueron Carlos D´Ors, Concha Galán,
Santiago González-Varas, Juan Pedro Carrasco, Francisco González de Tena o Rafael Fraguas
y muchas personas más de excepcional valía en otras disciplinas culturales o
sociales, a quienes Raíz y Rama admira con sinceridad por su
contribución a la armonía y el prestigio de la sociedad española.
En su
introducción, el poeta Manuel Cortijo aludió a Vicente Aleixandre con
referencias a la importancia de revistas que den auge a la creatividad, bien
regidas, del tipo de esta parida y cuidada por Isabel Villalta. Subrayó que “Raíz
y Rama es una revista viva para ese cielo. Recoge el lenguaje sentimental
que transita por la senda florida de sus poetas con las capacidades y
vibraciones para disfrutar de ella”. Cita palabras del autor cordobés José Luís Rey cuando dice que "lo
alzado por la palabra no conoce la muerte”. Señala Cortijo que “la revista Raíz
y Rama nació en 2018 por aquellas tierras de Membrilla, el Campo de Montiel,
el sonido del agua del río Azuer..." (…). "Un reto hermosísimo que Isabel está
sacando adelante”.
Indicó asimismo cómo en
las dos colecciones “se encuentra un plantel generoso de escritores y poetas de
un vaciado reconocido y otros a los que se les abre la puerta. Lo expone a los
ojos de muchos adeptos. No declina en su afán de crecimiento, ella [Isabel], apoyada
por su marido, continúa a diario sin descanso, persiguiendo sus altísimos
objetivos literarios que está consiguiendo sobradamente. Como si persiguiera
cantar ella por todos los poetas trascendentales, cercanísimos suyos. Gracias a
Raíz y Rama en reciprocidad están cantando en ella. Ojalá que este canto
siga alimentando almas de espíritu limpio. Bajo tal meditación” -terminó el
presentador- “dejemos que la voz enamorada de Isabel y los poetas sean quienes
abrochen este acto encarnado de amor a la poesía”.
Isabel Villalta en su
primera intervención, tras lo agradecimientos a Manuel y a la CCLMM, expresa el honor que es para ella tener en el acto a los poetas de Raíz
y Rama que han podido venir y al público asistente, también sensibilizado
por la cultura, entre el que también se encuentran otros poetas. Estima Isabel que
“cada uno de los autores de Raíz y Rama en sus dos colecciones es único. Cada elaboración -prosigue- es una prueba de amor
de sus autores. Los poetas y la poesía alumbran el poema, en ellos hay corazón y sentimiento”. También cita a Aleixandre, quien decía que “La poesía tiene
que ser humana, si no es humana, no es poesía”. “Raíz y Rama” persigue desde la propia corresponsabilidad esta virtud, Indica asimismo que al decidirse a fundarla "sabía que tenía que llevar aparejada trascendencia,
calidad creativa o investigadora y una mirada temporal de larga distancia -como
los trenes- que deje una veta cultural reseñable en la historia de las publicaciones. La edición literaria ha de contener alma para
expresar dolor, alegría, nostalgia, tristeza, amor…, sentimientos auténticos
con los que nos identifiquemos cada persona. A veces con un dardo como un verso
clavado en el corazón, en la frente, en la boca del estómago y que nos hace
respirar verdadera vida, exhalar vida verdadera. Todos los autores de Raíz y
Rama que esta noche vamos a escuchar y los que no han podido venir, hombres
y mujeres, tiemblan con su brillante luz en las páginas de la revista”, concluyó Isabel.
Por otro lado, la
directora de la publicación dice que “escribir narración es recorrer una
historia, una espiral de conocimiento, búsqueda o hallazgo”. Cita a la también
Premio Nobel surafricana Nadine Gordimer: “Toda la escritura es un viaje de
descubrimientos". "Raíz y Rama contiene relatos, conocimiento, y cita a Octavia Paz cuando dice "La poesía es conocimiento". Todo está conectado, emoción, saber, experiencia". Indica, por otro lado, cómo "para el lector es importante la
presencia de obra crítica, el uso y la capacidad de “exprimir el jugo de obras
literarias y extender su latido en un comentario escrito”.
Señala Isabel que la
revista también se ha presentado o se ha depositado en sedes del Instituto Cervantes, Departamentos de Letras de universidades o en Bibliotecas Públicas.
Recuerda el dicho de Cervantes “El que lee mucho y viaja mucho, ve
mucho y sabe mucho…”.
Isabel hace ahora una breve presentación de cada autor al que llama. Interviene el poeta Antonio Portillo, del que comenta: “explora en el lenguaje formas originales de valor humanista. Puede ser de denuncia, de calado social y de reflexión. Una poesía que encaja con la realidad con un estilo muy personal”. Este poeta, natural de Jaén y afincado en Alcalá de Henares, lee los siguientes poemas incluidos en el número que se presentaba: Náufragos: “Dicen que dijiste sin mirar a tus dos acompañantes/ ni a los que estábamos a la espalda de tu equis:/ perdónalos, no saben lo que hacen. Tengo sed./ Al escuchar tus palabras, uno que se apagaba/ a mi lado gritó amargamente: ¡acuérdate de nosotros!/. Y susurró: “te perdono, sabes lo que haces”, “tengo tu sed”… Del poema Ángel de Paz subrayó primeramente la cita que incluye de John Lennon: “La paz no es algo que deseas, es algo que creas, algo que haces, algo que eres, y algo que regalas”. He aquí versos de esta composición: “Pero los ángeles están aquí,/ disponen la argamasa que une/ diferentes ripios y guijarros,/ plantan empatía y compasión/ en este barbecho para hacerlo fértil./ Colorean los días con honestidad y amor./ Siembran la semilla de todos para todos.”
Seguidamente Isabel
procede a leer unas composiciones de su libro Diálogos, el primer poemario
que editó, como indica, hace veinticinco años con una selección de 45 poemas de unos diez años más atrás; lo llevó, comenta, “porque le quedan diez ejemplares y por
si alguien quiere conocer sus primeras composiciones”. Entre los 12 poemas escogidos para su lectura en la ocasión, casi todos breves, declama con los ojos cerrados este que se lo dedica a todos los presentes: "Me conduce el temblor de una luciérnaga/ (quizás el piano de Chopin,/ tu voz cierta de poeta,/ una mañana clara de trinos y de fuentes...)./ Sigo su rastro a tientas/ y dolorido el tímpano/ (quizás entre ladridos,/ tal vez entre distancias...)./ Y pido porque no se extinga/ tu corazón de seda". Al finalizar cada
lectura, quien esto escribe interpreta unos
fragmentos musicales con el clarinete de los compositores Franz Schubert,
austriaco, correspondiente a un lied bajo el título de Serenade. En
fragmento adicional se interpretan unos compases de Edward Elgar bajo el título Salut d´amour (este humilde músico que me considero quiso expresar las gracias
a su profesor Carlos Gigante por su colaboración en la preparación de la partitura
y su orientación, a sus amigos músicos de la adolescencia, Antón Villa y Jesús
Herrera y a compañeros y amigos también presentes, así como a mi hijo, Héctor,
que también asistió al acto).
El siguiente poeta es
Cristian Lázaro. Isabel indica que viene de Guadalajara, donde tiene su primer
trabajo como profesor de Lengua y Literatura, que es un poeta angelical y con hallazgos expresivos sensibles y punzada estilística personal. Cristian inició su intervención diciendo:
“Gracias, porque hacéis magia", refiriéndose a Isabel y Antonio. También dio las
gracias a su padre y a su profesor Jaime Rivero Sánchez. “Dudé” -dijo-, “pero
es grato que en esta vida tengo un amigo, un amigo, Jaime Rivero vivero”. A continuación leyó su poema Los
orcos, del que se destacan estos versos: “Los orcos solo saben
lanzar flechas./ No saben dar flores./ Para sobrellevarlos, hay que asumirlos
tal y como son,/ desactivar nuestro sensor de repulsa a sus bufidos/ y a los sonidos
porcinos que emiten al vernos./ Por cierto, no tienen muy buena puntería./ Pero tú procura no ponerte a tiro/ y pásalos de largo”.
De Joaquín Fernández de
Silva, Isabel Villalta comenta que es de Villanueva de los Infantes y residente
en Madrid. Subraya que el pensamiento griego está presente en sus creaciones.
Joaquín agradece la acogida de la Casa de Castilla-La Mancha y menciona que “Isabel
es un Quijote más” (ella, comentó aparte, quiere ser "la Dulcinea soñada por don Quijote"). Joaquín presenta a su compañero intérprete de guitarra Óscar Gómez,
diciendo que, además de un buen músico, es una excelente persona. Da noticia de
cómo entre los dos desarrollan ese espectáculo poético-musical nombrado anteriormente. Pasa a la lectura de tres poemas y alude a las
inmolaciones de los griegos de la ciudad de Xantos para defenderse de los
persas y de los romanos. Los rasgueos de guitarra suenan al hilo de su
declamación.
Del primero, Levendíá, son estos versos: “Del paso del atardecer/ por las riberas del Mediterráneo/ nace lo indescriptible./ Como la dicha cuando es un lugar;/ el lugar de recreo, y no un estado”… Del segundo, Éleos: “Cuando la vida está cerca del mar/ y el cielo, inexorable,/ se precipita sobre ti,/ atrás dejado ya lo acogedor,/ lo que valió la pena, duras penas…”. Del tercero, Hedypatheia: “Como se baja el tono de la voz/ de la conversación cuando alguien pasa,/ así sucede en mi interior/ cuando dialogan en su acera/ el vividor y la conciencia/ y el tiempo pasa al lado, hacia el final/ de la callada calle del quizás…”.
Isabel invita ahora al poeta Juan Andrés Pastor, llegado de Estella, Navarra, donde es locutor de radio. "Este poeta y narrador puro, intimista y generoso que estremecido de amor y de nostalgia", indica Isabel, manifiesta “que allí tiene la rama [en Estella] y en la Mancha la raíz”, dado que su familia era de Almansa, Albacete. Destaca que cuando se acerca a La Mancha se acuerda de sus padres. Lee dos poemas que califica de oníricos. El primero, Del sueño del miedo, extraemos estos versos: “No sabes que mi cama es un barco sin agua,/ una encina sin sombra, la tormenta silente,/ el sueño sin caricia, la noche sin almohada./ Porque nada es completo si no estás a mi lado,/ si no velo en tu sueño el horizonte incierto…”. Y del titulado Te he soñado: “Has venido a mi sueño./ Llevabas un vestido de flores/ y una sonrisa abierta dibujando mis labios./ En tu piel el tatuaje y su luz/ prendían un terciopelo de deseo/. Tres pétalos de la flor de los sueños/ dejabas en mi pecho,/ la caricia del agua era un remolino en un batir de alas…”.
De Pilar Benito, Isabel señala que "es una mujer que invita a disfrutar de la vida". La considera una “excelente
amiga llena de solidaridad y con una sonrisa permanente”. Pilar comenta que
escribía sobre situaciones tristes y de dolor. Desde hace un tiempo, como en
este poema, se plantea que la vida es bonita y hay que cantarla. Senegal es un
país que la atrae y en el que se ha sentido feliz trabajando por los
desfavorecidos. Este es su poema: Canto a la vida: “Sentir la vida/ a cada paso que das,/ percibir
la vida a tu alrededor/ los niños, las flores, el sol./ Paso a paso,
encuentros/ seriedad, lentitud, sonrisa/ prisa./ Sentir la música es compartir/
la vida, es llegar al fondo de/ lo que vibra y te hace brillar/ en cada paso
que das/ mirar, sonreír, cantar/ callar./ Sentir la risa allí donde estás,/
abrazar al otro con la sonrisa/ simplemente al pasar, y avanzar el silencio, la
mirada, paz”.
A continuación, este que
redacta da lectura a un extracto de su comentario La huella espiritual de la
poesía, que trata sobre la Generación del 27. Comienza por las mujeres
poetas de esta generación, creativas y de hondos pensamiento y sentimiento,
inclinadas también por la poesía y que participaban de la vigorosa vida
cultural de aquel periodo. Reclamaban su participación en la vida cultural,
política, económica y artística de España. Rompieron con el prototipo de mujer
pasiva y dependiente y que entrara en España la idea de mujer europea con
inquietudes literarias y artísticas.
En lo que afecta a los
escritores, éstos mantienen un equilibrio entre lo culto y lo popular, la
tradición, la renovación y les llega la influencia del ultraísmo. Desarrollan
una evolución conjunta, una primera parte hasta 1929 de poesía pura que
pretende eliminar lo excesivamente humano y sentimental. Destacan por el verso
libre con un ritmo al margen de la medida y la rima y por el empleo de la
metáfora. Entre 1924 y 1940 dan rienda suelta a la libertad de imaginación y la
rehumanización. Entre sus temas están la naturaleza, el amor, el compromiso
político, la muerte, la soledad y la nostalgia. Después de la guerra, la
mayoría marcha al exilio.
Loada sea la poesía. En
Manzanares hay un rincón poético en el Archivo Ignacio Sánchez Mejías. En la
primavera de 2022 tuvieron lugar en la localidad unas jornadas que motivaron la
realización de este artículo.
Tomás Megía es poeta de Valdepeñas. Isabel manifiesta el hedonismo de sus composiciones, inclinadas por la sensualidad en el amor de pareja. Tomás recuerda que Isabel, en un comentario que escribió de su obra -publicado en uno de los números de Raíz y Rama-, indica que, al leer sus composiciones, donde la mujer que las inspira no tiene identidad, una mujer puede sentirse feliz. Éstos son fragmentos de sus poemas en el número 11: El lugar desde el que te pienso: “Aquí,/ desde este lugar/ imaginado y recóndito,/ voy a confesarte/ que siempre te pienso./ Que un poco más allá,/ cerca de este horizonte,/ se puede divisar/ la ciudad innombrada/ que reina sobre el mar…”. Tus vértices: “He soñado con tus vértices,/ con sus perfiles devorados y encendidos./ Lo sé,/ no está permitida la nostalgia,/ aunque te evoque y te haga presente…”. Tus labios: “Antes de que llegaras/ y te desnudaras ante mí/ siempre anduve pendiente de tus labios./ Luego/ aprendí a detenerme,/ a escuchar/ y a mirar…”.La lentitud del comienzo: “Todo empezó lentamente,/ como si la pérdida de tu identidad/ se fuera sumergiendo/ poco a poco/ en el agua y en un desasosiego./ Luego,/ cuando todo desapareció, comenzó a reinar sobre la mar/ una soleada e infrecuente calma…”.
Isabel Villalta lee un
poema que escribió, como informó, “ayer mismo”, haciendo alusión a que “desde
aquel primer poemario hemos viajado y leído mucho”, recordando la máxima de
Cervantes, “nos hemos transformado”, finalizó. Es un poema de amor, señala. Su título, Esta
ciudad: “Repito esta ciudad donde tú vives. (…)/ donde ahora todo es nuevo.
(…)/ Su maraña te tiene sólo a ti/ y es una seda (…)./ Esta ciudad donde hay
una avenida/ fragante ilimitada./ La repito de tu roce de luna/ y renuevo la
extensa rosaleda”.
Joaquín Fernández de
Silva y el guitarrista Óscar Gómez vuelven a intervenir. Dado que estamos en la
Casa de Castilla-La Mancha, Isabel les concede la oportunidad de finalizar con cuatro
breves poemas que pertenecen a un libro de fotografías del Campo de Montiel, realizadas por una
conocida fotógrafa, Ana Montaraz, catalana afincada en Torrenueva, Ciudad Real. En ellas recrea las cuatro estaciones del año y le pidió a Joaquín que compusiera unos poemas alusivos.
Primavera: “En su explosión sensual
de su amapola colorada como un adolescente. Se muestra esplendorosa y el
maquillaje lila da a su faz un aire virginal. Lo que vino a buscar ya lo
atesora. La espiga despertada por el rayo. Su madurez rebela todo lo que en la
tierra da alegría”.
Verano: “Cuando
se abre la boca y del botijo del cielo no cae nada, parece detenerse el tiempo
y la dificultad no tener fin. Sequedad y picor duermen largo junto al piso del
sol y en la indolencia de la paja y la dureza de la piel a la sazón de esfuerzo
habilitada. No hay agua clara en donde reflejar la belleza escondida del
paisaje”.
Otoño: “Hay
un otoño para cada rosa. Hay una despedida sin palabras para los ojos de la
inmensidad. A la orilla del charco espera el barro. Mientras la oscuridad entra
en escena vestida con su ocaso y el crecimiento impide el corazón del ser”.
Invierno: “Cotas,
salpicadura de la esencia pacientemente armáis el silencioso mecano del juego
de la vida. Un acontecimiento extraordinario vivir en una nube, pero dentro del
constreñido espacio en que al hombre no le es dado transformarse en agua y
volver a la tierra entre sus lágrimas, como la lluvia por los rostros que amas”.
Isabel se despide de los
asistentes y con el reconocimiento y agradecimiento al poeta Manuel Cortijo por
su generosa colaboración.
Manuel agradece a Isabel
y a los poetas su participación y resalta -refiriéndose a Cristian Lázaro- “la
oportunidad de oír a un poeta virgen”. Comenta que han sonado voces poéticas
maduras. “La poesía ha hecho cama en la armonía de las cosas -alegoría de unos de los poemas de Isabel- donde quiere
quedarse la poesía. Ha sido una tarde de trinos y de fuentes”, alegorizando ahora el endecasílabo de la directora en su poema Seda del libro DIÁLOGOS: “Una mañana clara de trinos y de fuentes”. "Aquí tienes tu casa", le
dice a Isabel. Termina con una excelente frase sobre La Mancha: “Los aires
manchegos son los más puros”. Y se despide expresando un “Hasta siempre”.
Como puede comprobarse, la
presentación del nº 11 de Raíz y Rama y el recital en la Casa de Castilla-La Mancha
en Madrid ha sido una grata experiencia por múltiples razones,
siendo la poesía la protagonista principal. Los poetas que han
participado han sido el alma de lo que se ha pronunciado y ha generado esa hermosa
tarde-noche, en un ambiente muy acogedor, gracias a la invitación de la CCLMM. Con un aforo de unos 50 asistentes, el salón estuvo a
rebosar de amantes de la cultura y la hondura y belleza de la poesía y la
música.
Sin duda -reitero-, uno de los actos de presentación de la revista Raíz y Rama
más relevantes y siempre con el sostén y el hilo conductor de su directora,
Isabel Villalta, que lleva estas publicaciones en el cerebro y en el corazón y
por las que se desvive todas las horas del día.
Resti Contreras Jiménez. DNI: 70717519V
(con la colaboración
revisora de Isabel Villalta, a la que expreso mi sincero agradecimiento
por su cuidado y aprecio).
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