Raíz y Rama

Isabel Villata Villalta. Dosemes 2015.

 

 
Estamos en la playa. Estamos de vacaciones. Disfrutamos de la vida con nuestra familia o amigos en una placidez de feliz existencia. Nos lo merecemos después de un año de trabajo. Más allá de la línea del horizonte azul y transparente viajan barcazas a la deriva, buscan una playa como la nuestra. Van llenas de angustiados huidos de las guerras, hacinados y con lo puesto y algunos bebés que menos aún saben lo que pasa, cuál es el suelo ondulante, inconsistente y peligroso que los sostiene. Es una realidad terrible que contrasta con la nuestra. Son hombres, mujeres y niños que si han tenido suerte de hacer el arriesgado desembarco podemos verlos, si de nuevo tenemos ojos, confundidos con nosotros tal vez en el Paseo marítimo, la mirada huida y desesperada, demandando un sorbo de equilibrio y cercanía, perdido el mundo de sus orígenes, su asidero natural. Evadidos, refugiados, víctimas de conflictos en sus países sin la responsabilidad y sensatez del poder que proteja, que debe velar, en coordinación con el mundo, por su bienestar; con la amenaza constante en su puerta y el ruido asesino de las balas, las dolorosas ausencias, el punzón de las epidemias…

Viaje al conflicto acaba de salir a las librerías. Es un poemario que va a los escenarios que provocan esas diásporas clandestinas o controladas, que lleva desde las Misiones de Paz de la ONU una ayuda paliativa al dolor y al abandono y brotes de esperanza, viviendo de cerca lo terrible de las guerras, y regresa con un regusto mezcla de tristeza y de ilusión en la paz desde el alma vacunada.

Brindo su lectura para comprender, para amar y sentirse próximos, hermanos, con quienes no tienen la suerte de disfrutar de un periodo seguro y feliz de reposo tras un año de paz y de trabajo en su país.

Las reflexiones críticas entre sus páginas de cuatro prestigiosos poetas y escritores y entre ellos el prólogo de Federico Gallego Ripoll, ayudarán con su luminosa palabra a adentrarse en mi comprometido poemario.