El curso de la felicidad





No es una imagen cinematográfica. Es una presentación de un apartado del tiempo de ocio de los tiempos actuales. Alegre. Bonita. Variada. Una estampa feliz y relajada de la sociedad que también se produce hoy en día: Frente a mi casa, perteneciente a una urbanización de la periferia urbana, por el paseo del río transita todo tipo de gente y utilizando ese momento de diferentes maneras. Sin querer en un momento –quizás el de mayor afluencia por las horas intermedias de la tarde de este mes de abril- desde mi jardín a través de los setos clareados de la valla he visto hombres en chándal corriendo, mujeres con perrito, mamás empujando un cochecito de bebé, parejas en caminata, niños corriendo delante o detrás de sus papás, abuelos con nieto y su triciclo, parejas en bici con un carrito especial enganchado detrás llevando a su bebé, solitarios también en bici con otro carrito más pequeño llevando a su perrito, grupos andando sin más, chicas o señoras empujando una silla de inválido, inválidos felices dentro de este paisaje con rumor y olor de agua y espléndida naturaleza y entre tanta gente diversa a su aire… De verdad, no es una imagen del cine aunque pudiera copiarse. Es el transcurso de una realidad diferente a la del trabajo o las preocupaciones, que de existir se palían por esta pasarela grata y hermosa de la vida.


Isabel Villalta
8 de abril de 2014

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